El tema principal de la obra es la puesta del sol. En julio de 2020 inicié un proceso de conexión conmigo misma, movilizada por el contexto de pandemia y el duelo que atravesaba, donde me propuse tomarme unos minutos por día para contemplar el cielo durante la salida y la puesta del sol. Este fue el puntapié inicial de la obra.

Capturo imágenes digitales con varios lentes. Principalmente utilizo un teleobjetivo que me permite destacar y darles protagonismo a objetos lejanos, así como también resaltar detalles que son difíciles de ver a simple vista.

Luego de elegir el destino fotográfico, analizo el paisaje y observo los horarios de la salida y puesta del sol para ir planeando posibles encuadres teniendo en cuenta las distintas variables de angulación o composición que puedo llegar a lograr con los elementos que me brinda el entorno.

Trabajo con un laboratorio de impresión Fine Art bajo el proceso Gicleé que emplea Tintas Pigmentadas de 12 colores logrando impresiones que respetan el color, la nitidez y aseguran la longevidad de las obras. Los materiales que utilizo son de alta calidad. Para los cuadros, elijo telas canvas 100% algodón, montadas en bastidores, con barnizado mate y enmarcadas con varillas de madera Marupá.

También imprimo láminas en papeles Fine Art para que la persona pueda elegir como enmarcarla.

Los atardeceres en la playa y los cielos de Buenos Aires son los temas recurrentes de esta obra.

Deseo transmitir la emoción que siento cuando capturo esos momentos y generar con los materiales que utilizo, esa ambigüedad entre fotografía y pintura.